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Comienza su enfermedad actual con edemas en MMII hasta raíz de muslos, simétricos, signos de derrame
pleural a predominio izquierdo. Sin signos de ascitis ni ingurgitación yugular.
Laboratorio con Hb 11 g/dl, VCM 85 fl, GB 10720/mm3, (Neu 81,1%), Plaq 326000/mm3, 135/3,8/93,
Cr 0,6 mg/dl, VSG 90 mm/h, PCR 60.
Proteinograma electroforético con proteínas totales 5.2 g/dl, marcada hipoalbuminemia (ALB 1,84
g/dl) y discreta hipergammaglobulinemia de tipo policlonal. Perfil férrico: Ferremia 29 ng/ml, Ferritina
212 ng/ml, Sat 20%, TIBC 166 ug/dl. B2 microglobulina: 4154 ug/L (elevada).
FAN + 1/80 patrón nuclear homogéneo.
ClCr 74,5 ml/min, proteinuria 0,20 g/24 hs.
Se realizó toracocentesis de derrame pleural: se obtuvo un líquido ligeramente turbio, amarillo, pH 7.51,
glucosa 84 mg/dl, LDH 529 U/L, Proteínas 2,1 g %, Leucocitos 700/mm3 (neutrófilos 40%, linfocitos
60%). Cultivo negativo.
Se solicitaron VEDA y VCC, sin hallazgos de importancia. Se tomó biopsia de 2da porción duodenal y se
resecó un pólipo colónico (patología pendiente).
El examen físico estaba dentro de límites normales, los indicadores antropométricos eran: peso
para edad, percentil (p) 83,6-0,98 desviaciones estándar (DE) (normal); talla para edad, p 41,3-
0,22 DE (normal); peso para talla p 93,2-1,49 DE (sobrepeso) y perímetro cefálico para edad p
53,6-0.09 DE (normal). El total de fórmula infantil de continuación ingerida era de 33 onzas al
día, incluyendo tomas nocturnas, lo que equivalía a 2,15 g de proteínas/kg/día, representando
con la sola fórmula, el 92% por encima de la ingesta proteica total recomendada para su edad y
género, acorde con las indicaciones FAO/OMS/UNU (2007). El diagnóstico fue
sobrealimentación con ingesta excesiva de proteína, sobrepeso y reflujo gastroesofágico
fisiológico. Por lo tanto, nutrición clínica dio recomendaciones con la sugerencia de disminuir la
cantidad de fórmula y se estipuló un esquema de seguimiento. No obstante, como se podrá
observar en el relato a continuación no hubo adherencia a las indicaciones, por lo que persistió
de manera oscilante una ingesta superior de proteínas provenientes solo desde la fórmula
infantil y/o yogurt. A los 8 meses, aunque disminuyeron las porciones, persistía con ingestas
superiores de fórmula infantil. La ingesta de proteínas, desde la fórmula infantil y el yogurt que
consumía, era de 2,10 g proteínas/kg/día (87% por encima de lo recomendado para su edad y
género). A los 10 meses, recibía 1,32 g proteínas/kg día (18% por encima de lo recomendado
para su edad y género). A los 16 meses, 1,65 g proteínas/kg/ día (74% por encima de lo
recomendado para su edad y género). En el último control, a los 24 meses, recibía 0,98 g
proteínas/kg/día entre fórmula infantil y yogurt (24% por encima de lo recomendado para su
edad y género).