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Tales de Mileto
Anaximandro e Anaxímenes
Pitágoras: o sistema dos números. O neopitagorismo de Kepler.
A escola eleática: Xenófanes, Parmênides, Melisso e Zenão. A questão sobre o
movimento.
Heráclito: o princípio lógico. O "realismo político" de Heráclito: ("um para mim
vale mim"; "É necessário que o povo lute para defender sua lei, por aquela que se
faz, tão bem quanto pela muralha" (frag. 44), "É necessário que os que falam com
inteligência se fortifiquem com a coisa comum a tudo, assim com a lei a cidade e a
cidade com mais força: pois as leis humanas se alimentam to#das de uma lei una, a
divina: pois (essa) domina tanto quanto quer e dá princípio a todas e as excede"
(frag. 114); Heráclito recusa identificar o pensamento comum, isto é, da
comunidade, mo#delado pela herança cultural e afetividade do grupo, "pensamento-do-
diafragma" (phrónesis - phroneín - phrên: frag. 2, 104, 113) e o pensamento com
inteligência, radicalmente original, que apreende o ser com (xynlan}, ou seja, o
lógas que diz#junto os contrários (naus, lógas: frag. 39, 50, 51).)
Empédocles, Leucipo e Demócrito. "Parmênides estabelecia o ser ou o universal
abstrato, Heráclito o processo; é Leucipo quem introduz a determinação do ser para
si. Parmênides afirma que o nada carece em absoluto de ser; Heráclito só reconhece
o devir, a troca do ser no nada, em que tudo é negado; é Leucipo quem compreende e
converte em determinação absoluta que ambas coisas são simplesmente possíveis: o
positivo, como o uno que é para si, o negativo como vazio. Assim concebido, o
princípio atomístico não há sido superado, nem pode sê-lo, senão que permanece para
sempre; o ser para si tem que apresentar-se necessariamente em toda filosofia
lógica como um momento essencial, ainda que não como momento último."
Termo pré-socrático começou a ser usado no século XIX. Aristóteles fala em "hoi
proteroi philosophoi" no livro A.
FONTES: Platão, Aristóteles, Cícero, Sexto Empírico, Diógenes Laércio e Simplício.
TALES:
Acerca de estos filósofos antiguos debemos dar oídos a Aristóteles, quien, por lo
general, habla de ellos colectivamente. En el pasaje principal de este autor
(Metafísica, I, 3), leemos: "Evidentemente, lo que tratamos de adquirir es la
ciencia de las primeras causas (arqué aition): decimos que conocemos una cosa
cuando pensamos haber descubierto su primera causa. Pues bien, el término de causa
se entiende en cuatro sentidos. Llamamos causa, primero, a la esencia o lo que hace
que algo sea lo que es: el porqué de las cosas lleva a su concepto extremo y el
porqué primero es una causa y un principio. Llamamos causa, segundo, a la materia o
el sustrato. Tercero, a aquello de donde recibe su principio el movimiento. Y
cuarto, a la causa opuesta a esta última, a saber, el fin o el bien, que es la meta
de toda generación y de todo movimiento... vamos" a consultar a los que procedieron
antes que nosotros y se pusieron a filosofar sobre la verdad. Es notorio que
también ellos hablan de principios y causas; el consultarles será, pues, de
provecho para el curso ulterior de nuestras consideraciones: o encontraremos algún
otro género de causa, o prestaremos más crédito a las que acabamos de enumerar. "De
los que primero se pusieron a filosofar, la mayoría han pensado que los principios
de la índole de la materia (en hylés eidei, forma da matéria) son los únicos
principios de todos los seres.
"Tales, el iniciador de esta filosofía, [la que reconoce un algo material como
principio y sustancia de cuanto existe] afirma que es el agua, por lo que también
declaraba que la tierra flota sobre el agua";* el agua es, pues, según él, TÓ
hypokeimenon, el fundamento.
Se habla de algunos viajes hechos por Tales a Fenicia, pero estos relatos no tienen
más base que una endeble leyenda; lo que sí parece indudable es que visitó, ya en
su vejez, Egipto.1 Se dice que, al lado de los egipcios, aprendió principalmente
cosas de geometría; no debió, sin embargo, de aprender mucho, según la anécdota que
Diógenes (I, 24, 27) toma de un cierto Jerónimo, en la que se dice que Tales enseñó
a los egipcios a medir por la sombra la altura de sus pirámides, partiendo de la
relación entre la altura de un hombre y la sombra por él proyectada. Los datos de
esta proporción son los siguientes: la sombra de la pirámide es a la altura de ésta
como la sombra de una persona a su altura; y si los egipcios de entonces ignoraban
esto y hubieron de aprenderlo de Tales como algo nuevo, no debían de estar muy
adelantados en materia de teoría geométrica.
Segundo Heródoto, que escreveu mais de um século depois do acontecimento, Tales
teria previsto um eclipse solar, atualmente datado para 28 de maio de 585 a.C.,
famoso por interromper a batalha entre Lídios e Medos (Batalha de Hális). É
possível que Tales tenha descoberto um ciclo de 18 anos nos movimentos do Sol e da
Lua, conhecido como o ciclo de Saros.
"De todo esto se desprende que sólo proclaman la •tausa bajo la forma de la
materia. Pero, al proceder así, la cosa misma les cerraba el camino y los obligaba
a seguir investigando. Pues, lo mismo si la corrupción y la generación proceden de
una sola cosa que si proceden de varias, siempre cabrá preguntarse: ¿cómo ocurre
esto y cuál es la causa de ello? Es evidente que el sustrato (TÓ {OTOXEÍJÍEVOV) no
se hace cambiar a sí mismo, que ni la madera ni el bronce son causa de sus propios
cambios, de tal modo que la madera no se convierte por sí misma en una cama o el
bronce en una estatua, sino que tiene que haber algo distinto de ellos que sea la
causa de los cambios que experimentan. Pues bien, el buscar este algo distinto
equivale a investigar el otro principio, que es, como nosotros diríamos, el
principio del movimiento." Esta crítica sigue siendo valedera todavía hoy, cuando
lo absoluto se concibe como una sustancia rígida. Aristóteles dice que a base de la
materia como tal, a base del agua como algo que no se mueve a sí mismo, no es
posible llegar a comprender el cambio como tal; y reprocha, concretamente, a los
filósofos antiguos el no haber investigado el principió del movimiento, que es el
que inmediatamente hay que indagar.