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01/06/2021 – PENAL

307-2020

Cuando el casacionista invoca como caso de procedencia el numeral 1) del artículo 440 del
Código Procesal Penal, la labor de Cámara Penal se circunscribe a establecer si
efectivamente el tribunal de apelación dio o no respuesta a los puntos esenciales expresados
por el recurrente en apelación especial.

En el presente caso, es improcedente el recurso de casación por motivo de forma porque la


Sala dio respuesta a los alegatos del recurrente, refiriéndose a los puntos esenciales de los
alegatos contenidos en el recurso de apelación especial.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CÁMARA PENAL. Guatemala, uno de junio de dos


mil veintiuno.

I) Se integra con los magistrados suscritos, de conformidad con el punto segundo del acta
numero cuarenta y cinco guion dos mil diecinueve, de fecha once de octubre de dos mil
diecinueve, y el punto segundo del acta numero cuarenta guion dos mil veinte, de fecha
doce de octubre de dos mil veinte, ambas de la Corte Suprema de Justicia, con fundamento
en los artículos 2 de la Constitución Política de la República de Guatemala, 71 de la Ley del
Organismo Judicial y la opinión consultiva emitida por la Corte de Constitucionalidad el
ocho de octubre de dos mil diecinueve, dentro del expediente cinco mil cuatrocientos
setenta y siete - dos mil diecinueve. II) Se tiene a la vista para dictar sentencia el recurso
de casación por motivo de forma interpuesto por Jonathan Eduardo Samayoa Marroquín,
contra la sentencia de la Sala Segunda de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal,
Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente, emitida el veintiocho de febrero de dos mil
veinte, dentro del proceso instruido en su contra por los delitos de robo agravado y
homicidio en grado de tentativa. El casacionista interviene con el auxilio del defensor
público Edgardo Enrique Enríquez Cabrera y el Ministerio Público lo hace por medio del
agente fiscal Ilsy Yudith Rivas Ruiz.

ANTECEDENTES

A) HECHOS QUE EL TRIBUNAL DE SENTENCIA TUVO POR ACREDITADOS. El


diecisiete de septiembre de dos mil diecinueve, el Juez Unipersonal del Tribunal Séptimo
de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente del departamento de
Guatemala, dictó sentencia en el caso seguido contra el procesado anteriormente
identificado, en cuyo apartado sobre la determinación del hecho acreditado consignó lo
siguiente: «…a) Que JONATHAN EDUARDO SAMAYOA MARROQUÍN, el día
veintitrés de noviembre del año dos mil diecisiete, aproximadamente a las diecisiete horas,
acompañado de sus copartícipes, el menor de edad Yorvin Dereck Leiva Pereira, el
adolescente Joshua Emanuel Catalan Ajpop y otra persona aún no individualizada
abordaron el vehículo tipo taxi con placas de circulación “A” cero sesenta y uno BBC, que
conducía el señor Edgar Luciano Cinto Castañón; b) Que al llegar sobre la once avenida y
séptima calle esquina, colonia Atlántida, zona dieciocho de la ciudad de Guatemala,

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departamento de Guatemala, utilizando la violencia y bajo amenazas de muerte le quitan a
la víctima Edgar Luciano Cinto Castañón sus pertenencias despojándolo de un teléfono
celular marca CNYX, cien quetzales y el radio del vehículo; c) Que JONATHAN
EDUARDO SAMAYOA MARROQUÍN, acciono el arma de fuego que portaba en contra
de la vida del señor Cinto Castañón, a quien le causo herida por proyectil de arma de fuego
con sitio de entrada occipital y salida en región nasal; y d) Que fueron aprehendidos por
elementos de la Policía Nacional Civil, incautándole a Yorvin Dereck Leiva Pereira, un
teléfono celular color rojo con negro, marca CNYX, el cual pertenecía al señor Luciano
Cinto, y a JONATHAN EDUARDO SAMAYOA MARROQUÍN un arma de fuego
hechiza o de fabricación artesanal… » (SIC).

B) RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL DE SENTENCIA. En la sentencia antes identificada


el juzgador declaró que el procesado es: «…autor responsable de los delitos de ROBO
AGRAVADO, cometido en contra del bien jurídico tutelado que es el patrimonio de la
víctima a quien se le reservan sus datos de conformidad a lo preceptuado en el artículo 217
del Código Procesal Penal, y HOMICIDIO EN GRADO DE TENTATIVA. II. Que por
dicha infracción penal se le impone por el delito de ROBO AGRADO la pena de SEIS
AÑOS de prisión inconmutable y por el delito de HOMICIDIO EN GRADO DE
TENTATIVA, la pena de ONCE AÑOS CON OCHO MESES, inconmutables…»

Para fundamentar su decisión, el juzgador expuso que. «…que hechos como los que se
juzgan, en donde estuvo en peligro, no solo el patrimonio sino que también la vida del
agraviado debido al actuar antijurídico del procesado no puede quedar impunes, debido a
rigorismos de exactitud o perfección, respecto a quien de los procesado le fue encontrado el
arma de fuego hechiza o de fabricación artesanal, la cual constituyo prueba material, puesto
que el hecho es que verdaderamente le fue encontrado, de donde se deduce la participación
del procesado en el delito de ROBO AGRAVADO y HOMICIDIO EN GRADO DE
TENTATIVA, con respecto al momento y lugar de la persecución y aprehensión sucede lo
mismo toda vez que estos aspectos ya quedaron probados. Razón por la cual al haberse
destruido la presunción de inocencia de la que gozaba el procesado al momento en que los
procesado y sus acompañantes YORVIN DERECK LEIVA PEREIRA y JOSHUA
EMANUEL CATALAN AJPOP y otra persona aún no individualizada, privaron del
dominio de sus bienes a la víctima y tuvieron estos bienes bajo su control, tal como lo
establece el artículo 281 del Código Penal, que establece “Momento Consumativo, en los
delitos entre otro los de robo, se tendrán por consumados en el momento que el delincuente
tenga el bien bajo su control, después de haber realizado la aprehensión y desplazamiento
respectivo aún cuando lo abandonare o desapoderen de él” como sucedió en el presente
caso, y tomando en cuenta lo que manifiesta el tratadista guatemalteco Guillermo Alfonso
Monzón Paz, en su obra Introducción al Derecho Penal Guatemalteco, parte especial, que la
acción supone: El apoderamiento de una cosa mueble ajena, sustrayéndola a quien la
retiene. Y que el robo lo mismo que el hurto, presupone falta de posesión en el agente, ya
que está claro que es imposible apoderase de una cosa que ya se posee, y que esto se
realizará mediante el uso de violencia anterior, simultánea o posterior, despojándose a la
persona que retiene la cosa, y por ende presupone la ilegitimidad del apoderamiento, con el
fin de obtener para si o para otros algún provecho injusto, consumándose este delito apenas
se efectúe la sustracción. Son todas estas razones las que confirman en el ánimo de quien
juzga, la responsabilidad y culpabilidad penal del procesado en los hechos imputados…»
(SIC).

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C) DEL RECURSO DE APELACIÓN ESPECIAL. El procesado, Jonathan Eduardo
Samayoa Marroquín interpuso recurso de apelación especial por motivo de forma, por
errónea aplicación del artículo 388 del Código Procesal Penal, en relación con los artículos
273 y 373 del mismo cuerpo legal y 12 constitucional.

Argumentó que la acusación formulada por el Ministerio Público hace relación del hecho
punible que se le atribuye y su calificación jurídica, y el órgano jurisdiccional competente
admitió la acusación en la forma planteada y resolvió la apertura del juicio. El Ministerio
Público no hizo ninguna acusación alternativa ni tampoco hizo ninguna ampliación de la
acusación, señalando que: «…no obstante que fui acusado del delito de robo agravado, me
condena además por homicidio en grado de tentativa, o sea agrega un delito más del cual
nunca fui acusado, constituyéndose con ello juez y parte, vulnerando el artículo 203
constitucional, que limita su función a juzgar y promover la ejecución de lo juzgado (…)
violentando de esta manera mi derecho de defensa, debido proceso y el principio de
congruencia o correlación entre la acusación y la sentencia contemplado en el artículo 388
del Código Procesal Penal…»

D) RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL DE APELACIÓN. La Sala Segunda de la Corte de


Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente, en sentencia
del veintiocho de febrero de dos mil veinte, no acogió el recurso de apelación especial
anteriormente resumido.

El tribunal de alzada se apoyó en las siguientes consideraciones: «…el Ministerio Público


formula acusación en contra del sindicado por los hechos que el acusado en compañía de
sus coparticipes utilizando la violencia y bajo amenazas de muerte le quitan a la víctima
Edgar Luciano Cinto Castañón sus pertenencias despojándolo de un teléfono celular marca
CNYX, cien quetzales y el radio del vehículo; asimismo por el hecho que el acusado
acciono el arma de fuego que portaba en contra de la vida del señor Cinto Castañón, a quien
le causo herida por proyectil de arma de fuego con sitio de entrada occipital y salida en
región nasal; mismos hechos que el tribunal tiene por acreditados con la prueba producida
en el debate. A estos hechos acusados y acreditados el tribunal les da la calificación
jurídica: El Juzgador concluye que la acción antijurídica en la que incurrieron los
procesados JONATHAN EDUARDO SAMAYOA MARROQUÍN, encuadra en el tipo
penal de ROBO AGRAVADO contenido en el Artículo 252 del Código Penal que regula:
“Es robo agravado: 1º… 2º… 3º. Si los delincuentes llevaren armas o narcóticos, aún
cuando no hicieren uso de ellos. 4º… 5º… 6º… 7º… El responsable de robo agravado
serán sancionado con prisión de 6 a 15 años.” Y HOMICIDIO EN GRADO DE
TENTATIVA contemplada en el artículo 123 del Código Penal: “Artículo 123.
HOMICIDIO. Comete homicidio quien diere muerte a alguna persona. Al homicida se le
impondrá prisión de 15 a 40 años. Por lo que procedente resulta imponer al procesado una
pena por la comisión de esos ilícitos penales. Por lo que procedente resulta imponerle al
procesados, la pena por el delito de ROBO AGRAVADO de SEIS AÑOS de prisión
inconmutables y por el delito de HOMICIDIO EN GRADO DE TENTATIVA de ONCE
AÑOS CON OCHO MESES lo que así deberá declararse en la parte resolutiva del presente
fallo, pena que servirá como prevención de carácter especial al condenado, así como una
prevención general para la sociedad.- En el presente caso, se determina que el tribunal de
sentencia mantuvo invariables tanto los hechos de la acusación como los hechos

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acreditados en el debate y sobre la base de los mismos, dio correctamente la calificación
jurídica de ROBO AGRAVADO y HOMICIDIO EN GRADO DE TENTATIVA. Por
último y no menos importante, es el hecho de que la acusación formulada por el Ministerio
Público la constituyen hechos sujetos a investigación y no delitos, en ese sentido el juez a
quo como garante del debido proceso es el responsable de realizar el examen jurídico de los
casos sometidos a su conocimiento y por ende tiene el poder de declarar el derecho de cada
una de las partes, aplicando el valor fundamental de la justicia al caso concreto. En el
presente caso no se observa que acusación y sentencia contengan hechos diferentes…»
(SIC).

RECURSO DE CASACIÓN

El procesado, Jonathan Eduardo Samayoa Marroquín interpone recurso de casación por


motivo de forma, el cual fundamenta en el artículo 440 numeral 1) del Código Procesal
Penal; único submotivo, falta de aplicación del artículo 421 párrafo primero del mismo
Código y 12 de la Constitución Política de la República de Guatemala.

Argumenta que: «…del considerando segundo se extrae que la Sala (…) no conoció de los
puntos de la Sentencia impugnada expresamente en el recurso no obstante que estaban
contenidos en las alegaciones del defensor; en virtud que argumenté; (…) Al confrontar lo
resuelto en sentencia de apelación especial contra mis argumentos fi muy claro al indicar la
norma jurídica invocada en la tesis sustentada y el agravo causado lo constituye la errónea
aplicación de ley del artículo 388 en relación al 33 y 374 procesal penal y 12
Constitucional, no obstante la Sala de Apelaciones se sustrae de la obligación de conocer
los puntos de la Sentencia impugnada expresamente en el recurso porque contrajo su
obligación a resolver que “..dio correctamente la calificación jurídica de ROBO
AGRAVADO y HOMICIDO EN GRADO DE TENTATIVA…. La acusación formulada
por el Ministerio Público la constituyen hechos sujetos a investigación no delitos…” Nada
más alejado de la realidad de lo que solicité en impugnación de alzada (…) En resumen
(…) no tomó en cuenta mis alegaciones por el contrario se contrae a ponderar la
calificación penal en la condena por un delito (HOMICIDIO EN GRADO DE
TENTATIVA) del cual no fui acusado violentando con ello mi derecho de audiencia por la
que nunca fui acusado, violentando con ello mi derecho de audiencia, por la que nunca
confrontó la sentencia de primer grado con mis alegaciones… » (SIC).

VISTA PÚBLICA

Para la realización de la vista pública se señaló la audiencia del veintiocho de mayo de dos
mil veintiuno a las nueve horas. El procesado, Jonathan Eduardo Samayoa Marroquín,
presentó sus alegaciones en forma escrita en los cuales reiteró los argumentos
anteriormente resumidos.

El Ministerio Público, por su parte, presentó sus alegaciones en forma escrita en los que
manifiesta su oposición al presente recurso de casación, solicitando se declare
improcedente.

CONSIDERANDO

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-I-

El recurso de casación es el medio de impugnación con carácter técnico y extraordinario


que tiene por objeto la aplicación correcta de la ley en razón de la justicia, limitando su
campo de estudio a errores jurídicos claramente denunciados por el casacionista en la
resolución objeto del recurso, de tal manera que los jueces no se aparten de la ley y se
preserve en el Estado la uniformidad de la jurisprudencia. Con relación al caso de
procedencia contenido en el numeral 1) del artículo 440 del Código Procesal Penal, la
función de Cámara Penal es analizar y decidir, si en efecto, la Sala de Apelaciones
incumplió o no con el deber de resolver los alegatos esenciales expuestos por el procesado
en apelación especial.

-II-

El agravio del recurrente en casación se resume en que el tribunal de alzada no resolvió


sobre los puntos expresamente contenidos en los alegatos del recurso de apelación especial.

Para resolver adecuadamente, dado el caso de procedencia invocado, se hace necesario


realizar el cotejo correspondiente entre los alegatos contenidos en el recurso de apelación
especial y lo resuelto por el tribunal de alzada.

El procesado argumentó ante la Sala que el Ministerio Público no hizo ninguna acusación
alternativa ni tampoco hizo ninguna ampliación de la acusación: «…Sin embargo (…) no
obstante que fui acusado del delito de robo agravado, me condena además por homicidio en
grado de tentativa, o sea agrega un delito más del cual nunca fui acusado, constituyéndose
con ello juez y parte, vulnerando el artículo 203 constitucional, que limita su función a
juzgar y promover la ejecución de lo juzgado (…) violentando de esta manera mi derecho
de defensa, debido proceso y el principio de congruencia o correlación entre la acusación y
la sentencia contemplado en el artículo 388 del Código Procesal Penal…»

El tribunal de alzada al resolver consideró: «…En el presente caso, se determina que el


tribunal de sentencia mantuvo invariables tanto los hechos de la acusación como los hechos
acreditados en el debate y sobre la base de los mismos, dio correctamente la calificación
jurídica de ROBO AGRAVADO y HOMICIDIO EN GRADO DE TENTATIVA. Por
último y no menos importante, es el hecho de que la acusación formulada por el Ministerio
Público la constituyen hechos sujetos a investigación y no delitos, en ese sentido el juez a
quo como garante del debido proceso es el responsable de realizar el examen jurídico de los
casos sometidos a su conocimiento y por ende tiene el poder de declarar el derecho de cada
una de las partes, aplicando el valor fundamental de la justicia al caso concreto. En el
presente caso no se observa que acusación y sentencia contengan hechos diferentes, por lo
que la apelación especial por el motivo de forma invocada resulta improsperable…»

Luego del análisis de los anteriores resúmenes, esta Cámara estima que no le asiste la razón
al casacionista, por cuanto, el tribunal apelación determinó que el sentenciador cumplió con
su obligación, pues, en sus consideraciones explicó las razones que justificaron su decisión
de condenar al procesado por los delitos de robo agravado y homicidio en grado de
tentativa, previo acreditamiento de su participación en los hechos acusados, con lo cual dio
respuesta a los reclamos relacionados, habiendo indicado con claridad que no se observa

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que la acusación y la sentencia contengan hechos diferentes, lo cual es una respuesta
precisa a los alegatos del apelante.

La sala recurrida en casación refirió que el tribunal sentenciante mantuvo invariables los
hechos de la acusación y los acreditados en el debate y sobre la base de estos calificó
correctamente los hechos como robo agravado y homicidio en grado de tentativa. En ese
sentido, se entiende que la Sala dio respuesta al interponente del recurso de apelación
especial pues señaló que los delitos antes indicados coinciden con los hechos contenidos en
la acusación formulada por el Ministerio Público, los cuales determinan la responsabilidad
penal del procesado en ambos ilícitos, por lo cual no existe duda con respecto a que sí dio
respuesta a los alegatos que le fueron presentados.

Por lo indicado, Cámara Penal estima que al resolver de esa forma el tribunal de alzada dio
respuesta al recurrente, de lo cual se denota que su inconformidad es por lo desfavorable
que fue a sus intereses el sentido de la resolución.

Debe agregarse que mediante el submotivo de forma contenido en el numeral 1) del artículo
440 del Código Procesal Penal se puede alegar la omisión de un pronunciamiento al no
darse respuesta a las peticiones que se formularon por el recurrente, pero no se puede
examinar lo correcto o lo incorrecto de lo resuelto. En el caso de análisis, se realizó el
examen correspondiente y esta Cámara considera que, de parte del tribunal de alzada, no
existió la omisión de resolver los puntos esenciales de los alegatos que le fueron
presentados en el recurso de apelación especial interpuesto por el ahora casacionista, por el
puesto que abordó los agravios respectivos, por lo tanto, dio respuesta al planteamiento
realizado.

Cuando la respuesta que da el tribunal de alzada es incorrecta o no es satisfactoria -a juicio


del casacionista- no puede abordarse por medio del submotivo indicado porque por medio
de este únicamente corresponde establecer si la Sala dejó de resolver los puntos esenciales
contenidos en el recurso de apelación especial, lo cual a juicio de esta Cámara no ocurrió,
puesto aquella sí resolvió acerca de los alegatos del recurrente al pronunciarse sobre el
hecho de que no observa que la acusación y la sentencia de primer grado contengan hechos
diferentes, lo cual significa que no dejó de resolver los puntos esenciales alegatos por el
recurrente.

Por lo indicado, la argumentación del casacionista, no encuadra en el submotivo de forma


en el que fundamentó el presente recurso, porque aduce ante este tribunal de casación que
la Sala no resolvió con respecto a sus alegatos, cuando es evidente que sí lo hizo, aun
cuando el resultado de lo resuelto no satisfaga lo que pretendía el recurrente en apelación
especial.

Debe indicarse además, que no existió violación al artículo 421 del Código Procesal Penal
que denuncia en el recurso de casación, porque el tribunal de alzada cumplió con conocer
los puntos de la sentencia que expresamente fueron señalados en el recurso de apelación
especial.

Lo anteriormente señalado se apoya en la doctrina sustentada por la Corte de


Constitucionalidad, la cual ha indicado: «…que el submotivo de forma invocado por la

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accionante en el referido recurso extraordinario, procede para examinar si, en efecto, se
dejó de resolver un punto del recurso de apelación especial, pero no se viabiliza para
cuestionar el acierto o desacierto del Tribunal de apelación especial en su argumentación,
pues la inexistente o errada fundamentación de un fallo debe ser denunciada por un
submotivo de forma diferente…» (Sentencias de once de marzo y veintisiete de febrero de
dos mil catorce y diez de enero de dos mil trece, en los expedientes acumulados 1765-2013
y 2105-2013; 34-2013 y 1193-2012)…».

Por lo indicado, no se advierte que la Sala dejara de resolver acerca de los alegatos del
procesado, estableciéndose como consecuencia el cumplimiento del debido proceso, pues
obtuvo la respuesta correspondiente, y el hecho de que esta sea contraria a su interés no
significa que se le dejara de resolver, por lo cual el recurso de casación por este submotivo
de forma resulta improcedente.

LEYES APLICABLES

Artículos citados, y: 1, 2, 4, 5, 12, 203 y 204 de la Constitución Política de la República de


Guatemala; 3, 5, 7, 11, 11 Bis, 16, 20, 21, 37, 43 numeral 8, 50, 437, 438, 439, 440, 441,
442 y 446 del Código Procesal Penal; 1, 9, 16, 57, 58 inciso a), 74, 75, 76, 77, 79 inciso a),
141 inciso c), 142, 143, 147 y 149 de la Ley del Organismo Judicial.

POR TANTO

LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CÁMARA PENAL con base en lo considerado y


leyes aplicadas, al resolver DECLARA: IMPROCEDENTE el recurso de casación por
motivos de forma interpuesto por Jonathan Eduardo Samayoa Marroquín, contra la
sentencia del veintiocho de febrero de dos mil veinte, emitida por la Sala Segunda de la
Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente de
Guatemala. Notifíquese y con certificación de lo resuelto devuélvanse los antecedentes a
donde corresponda.

Josué Felipe Baquiax, Magistrado Vocal Quinto, Presidente Cámara Penal; Nery Osvaldo
Medina Mendez, Magistrado Vocal Segundo; Delia Marina Dávila Salazar, Magistrada
Vocal Cuarta; José Antonio Pineda Barales, Magistrado Vocal Décimo Primero. Dora
Lizett Nájera Flores, Secretaria de la Corte Suprema de Justicia.

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