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BLANCO, ET AL
ORIGINAL
Recibido: 30.06.99. Aceptado tras revisión externa sin modificaciones: Correspondencia: Dr. Exuperio Díez-Tejedor. Servicio de Neurología. Uni-
15.07.99. dad de Ictus. Hospital Universitario La Paz. Paseo de La Castellana, 261.
E-28046 Madrid. Fax: +34 91358 4834.
Servicio de Neurología. Unidad de Ictus. Hospital Universitario La Paz.
Universidad Autónoma de Madrid. Madrid, España. 1999, REVISTA DE NEUROLOGÍA
V: varón; M: mujer; iv: intravenoso; D: derecha; I: izquierda; HTA: hipertensión arterial; HSA: hemorragia subaracnoidea; MAV: malformación arteriovenosa.
10 36/V Nasal 2 horas Afasia+ Anfetaminas Alcohol, HTA Atrofia cortical No aceptó
hemiparesia su realización
transitorias
V: varón; iv: intravenoso; D: derecha; I: izquierda; OIN: oftalmoplejía internuclear; MSI: miembro superior izquierdo; DM: diabetes mellitus; HTA: hipertensión arterial;
ACM I: arteria cerebral media izquierda; RM: resonancia magnética; ACP: arteria cerebral posterior; CII: carótida interna izquierda.
casos se recogió el antecedente de consumo de cocaína. La edad media de gía cardioembólica en todos los pacientes. En ningún caso los estudios de
los pacientes fue de 28,30 años (rango 20-41), 12 (92,30%) eran varones. coagulación demostraron un estado protrombótico. Destacamos que una
En un 0,39% del total de ictus y en un 7,60% de los ocurridos en adultos paciente con antecedente de consumo de cocaína y heroína iv, y que presentó
jóvenes, la cocaína estaba implicada en la etiología. La frecuencia anual de un hematoma occipital, tenía una serología positiva para el virus de la inmu-
complicaciones cerebrovasculares asociadas a cocaína en el grupo de jó- nodeficiencia humana (VIH); en 8 pacientes la serología VIH fue negativa
venes ha evolucionado desde un 8,33% en 1989 hasta un 5,0% en 1998 y en 4 no se realizó.
(Figura). El estudio inmunológico (FR, ANA, inmunoglobulinas y complemento),
De los 13 pacientes, 5 debutaron como una hemorragia intracraneal realizado en 5 casos, fue normal. La punción lumbar, que se practicó en 7
(38,46%): 4 intraparenquimatosas y 1 subaracnoidea (HSA). Entre las hemo- pacientes, fue normal en 4, demostró un leve aumento de proteínas en el caso
rragias intraparenquimatosas, 3 fueron de localización lobular y 1 profunda. de la HSA, y una pleocitosis mononuclear junto con síntesis intratecal de IgG
Los 8 casos restantes (61,53%) presentaron complicaciones isquémicas: 5 y bandas oligoclonales en el caso 12.
infartos establecidos, 2 AIT y una encefalopatía con múltiples lesiones is- A todos los pacientes se les realizó TC craneal. En los casos de hemorragia
quémicas de pequeño vaso, que se localizaban tanto en el territorio carotídeo cerebral observamos una mayor tendencia a los hematomas lobulares; un
(4 casos), como en el vertebrobasilar (3 pacientes). paciente presentaba un oligodendroglioma frontal y en el seno del tumor
La vía de administración más frecuente fue la intranasal (61,53%). donde se encontraba el sangrado. Entre las complicaciones isquémicas, 4 de
Este tipo de consumo se asoció especialmente a ictus isquémico, mien- las TC efectuadas mostraron áreas de isquemia correspondientes a los terri-
tras que la administración iv, en 3 pacientes (23,07%), se asoció sobre torios de las arterias cerebral media (cortical y ramas lenticuloestriadas),
todo a complicaciones hemorrágicas. En 2 casos no fue posible obtener cerebral posterior y ramas paramedianas de la basilar. En dos pacientes
información acerca de la vía empleada. El tiempo de latencia entre el (casos 10 y 12) el único hallazgo fue atrofia cortical marcada; sin embargo,
consumo de cocaína y el desarrollo de complicaciones vasculares cere- en el paciente que desarrolló un cuadro encefalopático junto con hemiparesia
brales ha sido muy variable en nuestra serie, desde un paciente (caso 2) izquierda, una RM realizada 4 años más tarde mostró numerosas lesiones
en el que la focalidad neurológica apareció inmediatamente tras el con- isquémicas de localización subcortical.
sumo iv de cocaína, hasta los casos de consumidores de cocaína de forma La angiografía cerebral se realizó en todos los pacientes con complica-
crónica en los que no ha sido posible recoger la fecha exacta de la última ciones hemorrágicas. En uno, con hematoma intraparenquimatoso (caso
dosis. 1), aparecían datos compatibles con la existencia de vasoespasmo. En el
El 61,53% de los pacientes consumían además otras drogas, fundamental- paciente con HSA (caso 5) se observaron signos sugestivos de vasculopatía
mente heroína en 5 casos (38,46%), seguido de cannabis en 3 (23,07%) y distal, consistentes en zonas de estenosis segmentaria, y que podrían estar
anfetaminas en 2 (15,38%). relacionados con vasoespasmo por HSA. En ninguno se detectaron aneu-
El 84,61% tenían, además, otros factores de riesgo vascular; los más rismas o malformaciones arteriovenosas (MAV). Las hemorragias ocurrie-
frecuentes fueron: tabaco (8 casos) y alcohol (6), seguidos de hipertensión ron en ausencia de anomalías vasculares (excepto en el caso del paciente
arterial (HTA) (1), hiperlipemia (1) y diabetes mellitus (1). En un paciente con tumor).
se encontró un prolapso de la válvula mitral. En el grupo de isquemia la angiografía se llevó a cabo en 6 pacientes: fue
El estudio cardiológico (con ecocardiograma en 6 casos), excluyó etiolo- normal en 2 y demostró la existencia de oclusiones arteriales en 3. En el caso
de ‘encefalopatía’ previamente descrito [15], la angiografía mostró una cocaína, contribuirían al desarrollo de trombosis intraluminal.
vascularización cerebral pobre e irregularidades en las paredes arteriales. En Los hallazgos angiográficos de vasoespasmo, oclusión intracra-
este último paciente se realizó, además, una biopsia córtico-meníngea fron-
neal y trombosis en nuestros casos, descritos previamente, apo-
tal que demostró la presencia de un infiltrado inflamatorio perivascular de
células mononucleares, junto con un infiltrado linfomonocitario transmural yarían la hipótesis patogénica del vasoespasmo-trombosis; sin
en algunos de los vasos estudiados. embargo, este mecanismo no explicaría todos los casos de isque-
En un paciente (caso 14) se realizó una angio-RM que no demostró alte- mia cerebral.
raciones. Por otra parte, sabemos que esta droga puede producir miocar-
Todos los datos se hallan resumidos en las tablas I y II. diopatía dilatada [23,24], arritmias e isquemia miocárdica [3], que
a su vez serían fuente de émbolos hacia la circulación cerebral.
Aunque en nuestra serie los pacientes tenían un estudio cardioló-
DISCUSIÓN
gico normal, no pueden descartarse arritmias transitorias en el
Estos datos evidencian la relación entre el consumo de cocaína momento del ictus.
y el desarrollo de enfermedad vascular cerebral tal y como se ha En el caso de las hemorragias, la ruptura de la pared arterial
descrito en diversas publicaciones [4-8,16,17]. Se trata, por tan- se ha relacionado con la hipertensión sistémica. Ésta ocurre
to, de un factor de riesgo que debe tenerse en cuenta, fundamen- hasta en un 50% sobre vasos con anomalías subyacentes
talmente en adultos jóvenes. Las complicaciones cerebrovascu- [5,7,17,25]. Sin embargo, en ninguno de los casos de nuestra
lares derivadas de su uso pueden ocurrir tanto en consumidores serie se detectó la presencia de aneurismas o MAV. Por otra
ocasionales como habituales, y pueden aparecer de forma precoz parte, la vasoconstricción puede ir seguida de reperfusión del
tras el consumo o tardíamente [6]. Sin embargo, el mecanismo cerebro, inicialmente isquémico, y producir una hemorragia
por el que ocurren no está totalmente aclarado y probablemente secundaria al infarto.
sea multifactorial: vasoespasmo-trombosis, HTA transitoria, em- El mecanismo inflamatorio con desarrollo de vasculitis es
bolia de origen cardíaco, efecto trombogénico directo y meca- poco habitual, aunque se han descrito casos de vasculitis con-
nismo inflamatorio son la principales hipótesis propuestas firmada histológicamente [26,27] e incluso con buena respues-
[5,7,8,15,18]. ta al tratamiento esteroideo. El caso 5, que cursó con una HSA,
En general, la isquemia se ha asociado al vasoespasmo ya que mostraba datos angiográficos de estenosis y dilatación seg-
la cocaína es un potente vasoconstrictor que actúa sobre el mús- mentaria indicativos de vasculitis, aunque no se realizó estudio
culo liso vascular por dos mecanismos: indirectamente, inhibien- histológico y por tanto podrían ser debidos al vasoepasmo pro-
do la recaptación de catecolaminas y serotonina, y directamente, pio de la HSA. En el caso 12, que cursó como una encefalopatía
actuando sobre el flujo de calcio y los canales de sodio [8]. En la subaguda, la biopsia demostró cambios vasculares de tipo in-
circulación cerebral el efecto de la cocaína es constrictor o dila- flamatorio, con buena respuesta clínica inicial al tratamiento
tador dependiendo de los receptores postsinápticos de cada terri- esteroideo [15]. Sin embargo, estas alteraciones podrían ser
torio arterial [18] y de la dosis empleada [19,20]. Probablemente secundarias a lesión endotelial directa por un mecanismo tóxi-
ésta sea la explicación del predominio de lesiones en la circula- co o inmunológico, o podrían estar relacionados con daño vas-
ción anterior sobre la posterior. El segmento P1 de la arteria ce- cular debido a vasoespasmo, sin constituir una vasculitis en
rebral posterior prácticamente está exento de inervación simpáti- sentido estricto [15,28].
ca, si bien se han descrito infartos talamomesencefálicos, por oclu- Con todos estos datos podemos concluir, en primer lugar,
sión de esta rama arterial, relacionados con el consumo de cocaína que parecen ser múltiples los mecanismos implicados en la pro-
[21], en los que la hiperactividad adrenérgica no explicaría su ducción de complicaciones cerebrovasculares por cocaína: va-
mecanismo de producción. Los receptores serotoninérgicos po- soespasmo-trombosis, embolismo cardíaco y mecanismo infla-
drían estar implicados. matorio o tóxico, y que probablemente actúen más de uno en
El aumento agudo de la tensión arterial tras la administración cada caso. Por otra parte, hemos observado un descenso, en
de cocaína contribuye a la lesión endotelial y podría estar relacio- términos relativos, de ictus asociados a cocaína, si bien el valor
nado con la presencia de infartos subcorticales dependientes de absoluto se ha mantenido estable a lo largo de la década estudia-
ramas lenticuloestriadas que son más sensibles a los efectos de la da. Consideramos por tanto que es un factor de riesgo evidente
HTA [16,22]. que debemos tener en cuenta en adultos jóvenes, aun en presen-
Por otra parte, la cocaína tiene un efecto trombogénico direc- cia de otros factores de riesgo vascular. Además, dado que los
to, ya que aumenta los niveles de tromboxano A2 e inhibe la metabolitos de la cocaína pueden detectarse en orina hasta 48 ho-
prostaciclina y la antitrombina-III [8]. ras después de su consumo, debería llevarse a cabo un estudio
Ambos mecanismos podrían actuar sinérgicamente, de ma- toxicológico en orina a todos los pacientes jóvenes con ictus, ya
nera que la hiperactividad simpática con aumento agudo de la que es una prueba fácil de realizar que puede aportar una infor-
tensión arterial favorecería el desarrollo del vasoespasmo o va- mación de gran valor diagnóstico y que de otro modo podría ser
soconstricción, que,junto a la acción trombogénica directa de la difícil de obtener.
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